Narcolepsia: Impacto en Ciclos de Sueño y Calidad de Vida
Narcolepsia, mucho más que quedarse dormido
La narcolepsia es una enfermedad neurológica crónica caracterizada por la incapacidad del cerebro para regular los ciclos de sueño y vigilia. Provoca somnolencia durante el día que suele cursar con episodios de sueño repentino que son incapacitantes para la vida ordinaria en muchas ocasiones. Es una patología rara que afecta a unas 20-50 personas por cada 100.000 habitantes1.
Síntomas
Hay dos tipos de narcolepsia, la narcolepsia de tipo 1 y la narcolepsia de tipo 2. La narcolepsia de tipo 1 se caracteriza por una somnolencia diurna excesiva y por la pérdida súbita del tono muscular ante ciertas emociones normalmente positivas (cataplejía). Sin embargo, los pacientes con narcolepsia de tipo 2 experimentan somnolencia diurna excesiva, pero no episodios de cataplejía. En ambas patologías, los pacientes también pueden experimentar fragmentación del sueño nocturno y alucinaciones muy vívidas al inicio del sueño o al despertar, que pueden asociarse con parálisis del sueño, una completa incapacidad para moverse en esos momentos.2
Además de estos síntomas, los pacientes pueden experimentar fatiga, problemas de memoria o dificultad para mantener la atención. No está claro si estos síntomas son causados directamente por la enfermedad o si son una causa indirecta de la somnolencia excesiva. Por otro lado, también debemos tener en cuenta que existen diferentes enfermedades asociadas a esta patología que incluyen, ansiedad, depresión, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, trastornos cardiovasculares y alteraciones metabólicas como la obesidad.1
El inicio de la enfermedad puede ocurrir a cualquier edad, aunque se ha observado una incidencia mayor en niños y adolescentes. 3 En la mayoría de los casos, la somnolencia excesiva durante el día es el primer síntoma, y la cataplejía aparece después.2
Diagnóstico tardío
Se calcula que, en promedio, desde que un paciente experimenta los primeros síntomas hasta que es diagnosticado transcurren en torno a diez años.2
Esto se debe, al menos en parte, a la falta de información relacionada con esta patología. Sin embargo, también influye el desarrollo gradual de la enfermedad, puesto que hasta que no se produce una progresión en la gravedad o aparecen los síntomas más llamativos, no se suele consultar con un médico. Además, el hecho de que aparezca en personas jóvenes hace que los síntomas se achaquen erróneamente a factores hormonales, cambios en el estilo de vida u otras enfermedades más comunes. Además, también debemos tener en cuenta que los síntomas en los pacientes pediátricos son ligeramente diferentes a los de los adultos, lo cual complica aún más el diagnóstico.2
Origen
Sabemos que la narcolepsia de tipo 1 está relacionada con unos niveles muy bajos de orexina (también llamada hipocretina), un neurotransmisor sintetizado en una zona del cerebro denominada hipotálamo, que regula los ciclos sueño-vigilia, entre otras funciones. Estos niveles bajos de orexina se deben a la destrucción de las neuronas del hipotálamo productoras de este neurotransmisor, debido a un mecanismo autoinmune. En el caso de la narcolepsia de tipo 2, no se observan niveles bajos de orexina, por lo que su causa permanece desconocida.4
Tratamiento
La narcolepsia no tiene cura, aunque existen tratamientos que pueden mejorar los síntomas. También es importante mantener unos hábitos adecuados relacionados con la higiene del sueño como tener un horario estructurado de sueño. 5
Es importante el control de la enfermedad para reducir el impacto que produce en la calidad de vida y evitar las limitaciones físicas, sociales y emocionales que provoca. 6
*Takeda, en la actualidad, no dispone de ningún tratamiento aprobado para la narcolepsia en España.
Bibliografía
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C-ANPROM/ES/NON/0008 mayo 2025